Por Roberto Espinosa
Especialista en Medio Ambiente y Escritor
Numerosos trabajos de investigación muestran los variados componentes del cigarrillo que provocan afecciones en el humano. Es posible mencionar a tres de los más importantes: la nicotina, que actúa como adictiva al incidir sobre el cerebro para estimular la necesidad de fumar; el alquitrán, agente irritante que produce cáncer; y el monóxido de carbono, el mismo gas que generan los automotores que, combinado con la nicotina, predisponen al fumador a sufrir infartos. Estas sustancias, sumadas a otras presentes en el cigarrillo, son causantes de numerosas afecciones.
Apreciaciones sobre la Ley Antitabaco
Argentina es uno de los cuatro países que no ratificó el "Primer Tratado de Salud Pública Mundial", que intenta poner freno a las 5 millones de muertes prematuras que ocurren anualmente en el mundo, todas atribuibles al consumo de cigarrillos.
En el año 1990 ingresó al Congreso Nacional, el primer proyecto de Ley que buscaba limitar la adicción al tabaco. Pasaron 21 años hasta que la Cámara de Diputados de la Nación trató un nuevo proyecto que luego pasó a constituirse en la "Ley Antitabaco". Esta normativa adopta importantes medidas: prohíbe fumar en ambientes públicos y lugares de trabajo; impide la publicidad de empresas tabacaleras en eventos o actividades públicas, y lo más trascendente, es la regulación que impuso a los componentes del cigarrillo: el alquitrán sólo será permitido hasta un máximo de 10 mg a partir del segundo año de vigencia de la ley; la nicotina, hasta 1 mg; y el monóxido de carbono no debe superar los 10 mg. Sin embargo, el propio Ministerio de Salud de la Nación advierte que la reducción de componentes no garantiza la solución del problema.
Además, la Ley Antitabaco ha dejado de lado la etapa más importante: el CULTIVO DE LA PLANTA DE TABACO, primer eslabón de la cadena que provoca ingentes daños a la salud y al medio ambiente. Argentina es un importante productor de hoja de tabaco, y sus cultivos se localizan en Misiones, Salta y Jujuy principalmente. La actividad tabacalera es relevante para las economías de estas provincias; lo que no se menciona es que se utilizan agroquímicos prohibidos por leyes por causar graves daños al ambiente y provocar severas afecciones a los seres humanos, especialmente a aquellos que directamente están en contacto con el pesticida, o que consumen agua contaminada. Esto es lo que ha estado ocurriendo en Misiones, donde mueren entre 10 y 15 colonos por año como producto de la intoxicación, que desde 1986 se encuentran prohibidos en su país de origen, EE.UU. Los pesticidas afectan a la totalidad de los seres vivos, y no sólo matan a los que se consideran perjudiciales o plagas, sino que degrada el suelo al anular la acción de la microfauna y la flora, necesarias para la conversión y asimilación de nutrientes de la atmósfera, convirtiéndolo así en tierra inerme; además contaminan el aire y producen envenenamiento del agua, lo que no es poca cosa.
